Cada día, y alentados por la devaluación del boliviano, ciudadanos argentinos cruzan la frontera por Aguas Blancas para llegar a la ciudad de Bermejo (Tarija), en el sur del país, y realizar la compra de verduras, hortalizas, ropa, zapatos, hasta línea blanca o neumáticos. Si bien este comercio siempre existió, con la diferencia de que antes resultaba más económico para los bolivianos ir a territorio argentino a comprar productos a bajo precio, desde el año pasado la afluencia hacia los locales comerciales en esa ciudad, dio un giro de 360 grados. Y la razón radica en que, en la localidad de Bermejo, ahora es más económico para los argentinos comprar productos y llevarlos a su país. El comercio formal o informal no cesa en esa región, pese a que las autoridades de Argentina, con el Plan Güemes, quieren reforzar el control para evitar el contrabando y el narcotráfico en este sector. Bermejo está conectada a través de un puente internacional con la ciudad argentina de Orán, donde hay un Área de Control Integrado (ACI). El paso para los turistas tiene una franquicia de 300 dólares, en la que no se computan artículos como ropa, un celular, una notebook o una tableta. Quienes se pasan de ese valor, deben abonar un tributo, según autoridades argentinas. También rige el tráfico vecinal fronterizo, un régimen especial establecido para pobladores de localidades aledañas a la frontera, como Orán, Aguas Blancas y Los Toldos. Y el régimen simplificado, para los pasadores de mercaderías con fines comerciales, conocidos como bagalleros, según reportó el medio El Tribuno de Salta. En diciembre, el Gobierno argentino puso en marcha el Plan Güemes, con el cual la Prefectura Naval Argentina (PNA) patrulla por primera vez las aguas del Río Bermejo, un espacio que hasta ahora había sido controlado exclusivamente por la Policía de Bolivia. Con esto se busca frenar el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas, estableciendo una clara separación entre el control fronterizo vecinal, el control migratorio y la administración aduanera. El presidente del comité cívico de Bermejo, Víctor Hugo Sánchez, indicó que el comercio entre ambas ciudades aún es fluido, las mercancías entran y salen desde ambos territorios, pero ahora sus autoridades exigen que todo el flujo de personas pase por el control migratorio. “Nosotros exigimos una reunión binacional para que en común acuerdo ambos países pongan orden, porque hay un régimen provisorio”, señaló Víctor Sánchez, cívico de Bermejo. “En la actualidad, el gobierno de Milei quiere poner orden y, bueno, los pasos ilegales donde no lo ve la autoridad yo creo no está prohibido, lo que está prohibido es hacer pillar. Como en cualquier frontera hay esos pasos, eso no creo que van a poder regular. Nosotros exigimos una reunión binacional para que en común acuerdo ambos países pongan orden, porque hay un régimen provisorio, el cual tiene que acondicionar el paso fronterizo en la parte argentina”, subrayó Sánchez. El dirigente contó que, por cuestiones cambiarias, antes era más conveniente traer productos desde Argentina, puesto que eran más baratos y de mejor calidad; por ejemplo, un bidón de aceite costaba 20 bolivianos, ahora allá vale 45 bolivianos; una bolsa de diez kilos de arroz tenía un valor de 25 bolivianos, y hoy solo el kilo está en 18 bolivianos. Dos cervezas argentinas costaban 25 bolivianos, pero ahora solo una tiene ese valor; el vino Toro que se podía comprar en 10 bolivianos, y por tres cajas, incluso venía con una gaseosa de regalo. Uno de los factores, dijo, es que la moneda nacional, el boliviano, hoy vale menos; por ejemplo, un peso argentino antes equivalía a seis bolivianos y ahora el cambio es a nueve, por eso es que se encarece el producto argentino. El tipo de cambio del dólar es de 12 bolivianos. Por el contrario, de Argentina, los ciudadanos cruzan y compran todo tipo de mercaderías. “Hasta Coca-Cola llevan… En diciembre, llegó bastante choclo desde Cochabamba que se ha llevado a la Argentina”, contó. También compran electrodomésticos y vituallas. TURISMO EN BOLIVIA Añadió que antes, las quintas que plantaban tomate botaban al río la cosecha de descarte, pero ahora “todo se vende”. El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, explicó que los 365 días del año hay un paso de personas y mercancías de manera formal e informal por esa frontera. Cuando Argentina tenía crecimiento económico, estabilidad, sus productos eran baratos y había un flujo importante de bolivianos que viajaban al otro lado para traer diferentes mercancías a bajo costo. Esto cambió cuando la economía del país vecino comenzó a presentar alza de precios e inflación, y si bien en Bolivia también hay presiones inflacionarias, sus productos son un 30% a 50% más baratos en Yacuiba o Bermejo y conviene llevarlos a la frontera. “Esto se va a mantener, además se debe tomar en cuenta el tipo de cambio; por cada mil pesos argentinos el cambio era siete bolivianos, pero ahora está en nueve o 9,50 bolivianos. Esto es porque la moneda boliviana se ha depreciado y por eso aumentó el poder de compra del peso argentino y los ciudadanos de ese país pueden adquirir más productos”, puntualizó. Según Romero, el comercio de contrabando se mantiene a pesar de los controles y el Plan Güemes que implementan autoridades argentinas y hay, por el contrario, un flujo mayor de productos que desde Bolivia salen con rumbo a ese país. Un reportaje reciente del diario La Nación, en Bermejo, verificó la gran diferencia de precios, y por eso la avalancha de gente en la frontera. Además, en Bolivia se ofrecen mejores precios y se cobra hasta en moneda argentina. Hay dos formas de llegar de Aguas Blancas a Bermejo y volver. Una, la legal; la otra, la vía ilegal. A su vez, la primera, también tiene dos opciones. Se puede ir por agua, en botes o por el puente internacional. Si bien los textiles y el calzado son, por lejos, los productos que más se compran; los electrodomésticos; los termos