Miles de trabajadores palestinos de la Franja de Gaza que desempeñaban sus labores en Israel y Cisjordania fueron repatriados a Gaza el viernes, en cumplimiento de la decisión anunciada por el Gobierno israelí el jueves de cortar “todo contacto” con la región. La noticia fue confirmada por testigos y reportada por la agencia de noticias Reuters.
Algunos de los trabajadores palestinos que fueron expulsados han estado cruzando por el paso de Kerem Shalom, ubicado en el extremo sur de la Franja de Gaza y cercano al paso de Rafah, que conecta el territorio palestino con Egipto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la medida a través de un mensaje en una plataforma de redes sociales: “Israel va a cortar todo contacto con Gaza. No habrá más trabajadores palestinos de Gaza. Aquellos trabajadores de Gaza que estuviesen en Israel el día del comienzo de la guerra serán devueltos a Gaza”.
18.500 PALESTINOS EN ISRAEL
Antes de los ataques lanzados por Hamás el 7 de octubre, desencadenando el conflicto actual, alrededor de 18.500 palestinos de Gaza tenían permisos para trabajar en Israel, según las cifras proporcionadas por COGAT, una unidad del Ministerio israelí de Defensa encargada de las relaciones con los palestinos.
Con el inicio del conflicto, las autoridades israelíes retuvieron a estos trabajadores, y algunos de ellos han denunciado malos tratos durante su estancia en Israel. “Solíamos servirlos, trabajar para ellos en casas, en restaurantes, en mercados, con sueldos muy bajos, y pese a eso, fuimos humillados”, declaró Jamal Ismail, un trabajador palestino originario del campo de refugiados de Maghazi.
Aquellos trabajadores que residían en la parte norte de la Franja de Gaza se ven obligados a permanecer en la región sur, ya que las tropas israelíes han logrado cortar las carreteras que conectan ambas mitades del territorio palestino.
LA ONU, “PROFUNDAMENTE PREOCUPADA”
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó su “profunda preocupación” ante la decisión de Israel de devolver a la Franja de Gaza a miles de trabajadores palestinos.
Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado, denunció esta medida durante una rueda de prensa en Ginebra, subrayando la gravedad de la situación en el enclave palestino, donde los bombardeos israelíes han cobrado la vida de más de 9.000 personas desde el 7 de octubre. Ese día, Israel inició el asedio de Gaza en respuesta al ataque de Hamás en su territorio, que causó la muerte de unas 1.400 personas.
Los miles de trabajadores gazatíes que trabajaban en Israel y Cisjordania están siendo repatriados a Gaza en cumplimiento de la decisión anunciada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de cortar “todo contacto” con el enclave palestino
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