Dorotea F.P., de 64 años, tiene residencia en Tarija, es soltera y, según la denuncia, la madrugada del domingo 26 de mayo arribó a Sucre proveniente de Oruro. Luego, su hijo, de aproximadamente 40 años, concretó el rapto de la niña Methabel, de cinco, con fines, presumiblemente, de guarda o adopción ilegal.
No queda claro si finalmente esa mujer estuvo o no en la capital del país. Esto, según la jueza a cargo del caso, queda por dilucidar en el transcurso de la investigación.
LO QUE SE SABE
El martes 28, es decir, dos días después de la desaparición de Methabel, estando en Tarija, la ahora imputada, al observar la búsqueda intensiva de la Policía y las publicaciones en medios y redes sociales, se contactó mediante sendas llamadas de celular con la Defensoría de la Niñez y Adolescencia para avisar que la niña se encontraba bien y que la llevarían a Potosí para dejarla cerca de la radio Collasuyo. Se negó a dar detalles de su ubicación.
Requerimientos fiscales a las empresas telefónicas permitieron rastrear las llamadas.
Por una tercera comunicación telefónica a la Dirección de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI), en la que la misma persona indicaba que habían dejado a Methabel en el puente San Roque, en una tienda de perfumes y puestos de venta de comida de la ciudad de Potosí, la Policía pudo rescatar a la niña.
Fue el raptor varón, hijo de Dorotea F.P., quien la habría liberado en ese lugar.
LLAMADAS PREVIAS
Según la investigación preliminar, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia en Sucre recibió previamente una llamada telefónica en la que le indicaban que, el domingo 26, la niña estaba llorando en la calle Oruro, en Sucre, y, al ver que nadie reclamaba, la habían trasladado a una comunidad de Uyuni, departamento de Potosí. Dijeron que posteriormente la devolverían a la capital.
Pero después llamaron otra vez indicando que no podían trasladarla a Sucre y que la entrega se concretaría en la Villa Imperial.
“TÍOS” Y “ABUELA DE CAMPO”
La niña se refería a todos como “tíos” y a la imputada Dorotea como “abuela de campo”. En la entrevista psicológica, reconoció a la imputada como tal.
Dorotea F.P. fue aprehendida el mediodía del viernes pasado en la ciudad de Tarija y trasladada a Sucre. A Ronald G.F., su hijo, lo arrestaron el mismo día, a las 20:00, en Oruro, presuntamente por un hecho de estafa. Él vendía aceite comestible mezclado con agua y, según se reveló, por esta causa fue aprehendido varias veces. El sábado, la madre de Methabel dijo que la mujer había sido aprehendida en Culpina.
HABÍA PERDIDO UNA HIJA
“En la audiencia, la señora dijo que perdió una hija pequeña, que nunca la encontró, y parece que su hijo le llamó indicando que le estaba llevando una sorpresa, y llegando allá (Tarija) le entregó como un regalo por el Día de la Madre para que no esté sola”, reveló la jueza Aurora Lazarte, a cargo del caso, sobre la base de la versión de la defensa.
Dijo que no se logró acreditar que Dorotea hubiera participado del delito en Sucre, el día del rapto, e indicó que el hombre tiene varios antecedentes por estafa en distintos departamentos y que, precisamente, fue aprehendido por la comisión de ese delito en Oruro, donde vendía bidones de aceite con contenido de agua.
AUDIENCIA
La tarde de este domingo se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares en el Juzgado 1° de Instrucción en lo Penal de Sucre y de Violencia Familiar, donde la jueza Aurora Lazarte ordenó la detención preventiva del responsable del rapto de la niña, Ronald G.F., por seis meses en la cárcel San Roque. Asimismo, dictó detención domiciliaria para Dorotea F.P. Ambos fueron denunciados por el Ministerio Público por el delito de trata y tráfico de personas. La audiencia se prolongó por más de tres horas.
La niña Methabel, de cinco años, se perdió de la vista de su madre a las 8:30 del domingo 26 de mayo en la calle Emilio Hochmann, zona del mercado Campesino, en Sucre.
Este domingo se conocieron detalles de su rapto, en el que participaron un hombre y su madre, de 64 años, quien, según se reveló en la justicia, había perdido a una hija y recibió a Methabel como “regalo” por el “Día de la Madre”.
“A las 5:00 de la mañana, cuando estaba en la cama (en Tarija), llegó mi hijo con una bebé y me dijo que era un regalo por el Día de la Madre, para que me acompañe y para que no esté sola”, dijo la madre del raptor, en su declaración informativa ante los investigadores.
La ahora imputada aseguró que su hijo le aclaró que no se había robado a la menor, sino que la había encontrado en una esquina del mercado Campesino y que Methabel le dijo “tío”, por eso se la trajo. Ese día, el domingo 26 de mayo, la hizo comer en el mercado y dormir en su alojamiento, al parecer, ubicado en la misma zona.
El lunes siguiente se la llevó en un auto de los conocidos como “rapiditos” hasta Potosí, donde le compró ropa y la misma vendedora la vistió porque se había ensuciado la que llevaba puesta y estaba mojada.
La comerciante dijo que la niña no lloraba y estaba tranquila con la familia de los raptores, que a todos les decía “tíos”.
Cuando se la devolvieron a su madre, ella reveló que su hija le había contado que, la mañana del 26 de mayo, alguien la tomó de su mano, le dio dinero y le regaló una muñeca.
La madre de la niña sospecha que la hicieron caminar por el campo con la finalidad de evadir el control de la Policía en las trancas, porque tenía dos espinas de t’akos en sus pies, un árbol inexistente en las ciudades de Potosí y Sucre.
(Correo Del Sur)