
La devoción a las “ñatitas” o cráneos humanos es una tradición ancestral que personas de distintas edades mantienen viva cada 8 de noviembre en el Cementerio General de La Paz. Estos restos, que pertenecieron a personas desconocidas, son cuidados en el hogar y, según los creyentes, ofrecen favores y protección espiritual a sus cuidadores a cambio de respeto y ofrendas.
Durante la celebración, las “ñatitas” son llevadas al cementerio, adornadas con sombreros, flores, cigarrillos y hojas de coca, símbolos que reflejan las creencias y el carácter que los devotos atribuyen a cada cráneo.
Muchos sienten una conexión especial y nombran a su “ñatita” según sueños donde supuestamente el espíritu se les manifiesta.
El culto a las “ñatitas” combina elementos de fe católica e indígena en un ritual de agradecimiento y solicitud de bendiciones, revelando la riqueza y complejidad cultural de nuestro país.
JAVIER BAUTISTA
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP