
Gracias al Programa Nacional de Café, la producción cafetalera en Bolivia muestra una notable mejoría. De las 22 colecciones trabajadas, al menos cinco variedades ya presentan buenos resultados, con rendimientos que alcanzan entre 20 y 25 quintales por hectárea, dependiendo del sistema de producción y las condiciones agroecológicas.
Según José Luis Quispe, director nacional de Producción, en regiones como los Yungas de La Paz se están implementando sistemas mixtos que combinan cultivos bajo sombra con prácticas orgánicas y el uso controlado de fertilizantes. Además, se han introducido tres nuevas variedades genéticas provenientes de Costa Rica, adaptadas al cambio climático y con perfiles de alta calidad.
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal destacó que anteriormente la producción era baja —alrededor de 6 quintales por hectárea— debido a la falta de poda, abono y análisis de suelo. Hoy, gracias a la intervención técnica y el uso de material genético resistente, se ha logrado un aumento significativo en el rendimiento y la calidad del café boliviano.
Si bien los volúmenes aún son reducidos, el café nacional se posiciona en mercados internacionales especializados, como los de pequeños tostadores y microlotes, donde la calidad es altamente valorada. El desafío ahora es incrementar la producción y sostenerla frente a los efectos del cambio climático y la competencia con grandes productores como Colombia.
WILMA CATARI
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP