
La fiesta del Anata Andino, celebrada en el altiplano, refleja la estrecha relación entre el pueblo y su ciclo agrícola. Esta festividad agradece a la Madre Tierra por la primera cosecha, especialmente en la producción de papa, y se celebra cada año durante la época de lluvias, en febrero.
Cada municipio promociona sus atractivos turísticos. En Puerto Acosta, los visitantes podrán disfrutar de danzas, música y paisajes paradisíacos, ofreciendo una experiencia única que conecta la tradición con el turismo local.
Lo mismo ocurre en Achocalla, donde se preparan diversas actividades para agradecer a la Madre Tierra, celebrando con tradiciones que destacan la cultura y la conexión con la naturaleza.
La cuna del Chuta Caquiaviri no podía quedar ajena a estas fechas, disfrutando plenamente de la festividad con sus propias tradiciones y celebraciones que destacan la riqueza cultural de la región.
La celebración culmina con la tradicional ch’alla, un ritual en el que se ofrecen azúcar, alcohol y flores como símbolo de gratitud hacia la tierra por su generosidad.
JAVIER BAUTISTA
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP