La Central Obrera Boliviana (COB) se declaró en estado de emergencia y advirtió que se mantendrá “atrincherada y vigilante” ante las posibles medidas del próximo Gobierno, según anunció su flamante ejecutivo, Mario Argollo.
De manera contundente, la COB rechazó cualquier intento de reformas a la Constitución Política del Estado que afecten derechos fundamentales y laborales. Asimismo, rechazó las propuestas, calificadas de “neoliberales”, de descentralizar o privatizar la salud y la educación.
En su pronunciamiento, la organización fue enfática al señalar: “No permitiremos la enajenación de nuestros recursos naturales, así como la eliminación o modificación a la subvención de los hidrocarburos que agravaría la ya deteriorada situación de nuestro país”. Argollo concluyó asegurando que la COB no se someterá a ningún gobierno, sino que estará “al lado de su pueblo”.
(LA PRENSA)
