La mazamorra arrastró el vehículo de Gisel, quien había asistido a un cumpleaños en la zona de Bajo Llojeta el pasado fin de semana.
La joven recordó que el alud llegó en un abrir y cerrar de ojos. En ese instante, lo único que pudo hacer fue pedir a Dios que la protegiera. Aseguró que sus súplicas fueron escuchadas, ya que, al final, un ángel llegó para salvarle la vida.
Don Julio perdió sus documentos y su celular mientras ayudaba a la joven, ya que en ese momento lo único que le importaba era socorrerla mientras pedía auxilio.
Don Julio perdió sus documentos y su celular mientras ayudaba a la joven, pero nada más le importaba en ese instante que salvarla.
Gisel, al reencontrarse con su ángel, lo abrazó para agradecerle por lo que hizo aquel día junto a su sobrino.
Es difícil no emocionarse con ese momento. El compadre aseguró que, si se presentara una situación similar, no dudaría ni un segundo en ayudar a las personas.
Tras varios días de remover el lodo, finalmente lograron recuperar su vehículo, aunque quedó seriamente dañado por la mazamorra. Sin embargo, como muchos dicen, lo material se recupera, pero la vida no.
JAVIER BAUTISTA
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP