
Despidieron agosto mes de la madre tierra con ofrendas de agradecimiento por la vida y los alimentos, en busca de bienestar a través de manifestaciones culturales.
Siguiendo la cosmovisión andina aquella que los abuelos nos enseñaron el 31 de agosto despedimos el mes de la Pachamama, la madre tierra, este tiempo de agradecimiento que inició el 1 de agosto con rituales ancestrales para que aquellos anhelos en comunidad se puedan cumplir.
Los rituales andinos para las wajt’as, ofrendas a la pachamama, se realizaron en apachetas de la urbe alteña, como en el mirador Wak’a Jampatu de la zona 16 de Julio, pero también en domicilios, actividades económicas e instituciones, encabezados por amautas, guías espirituales.
Pensando en la vida pidieron que cuidemos la casa de todos y no falte la producción y se puedan cumplir los ciclos agrícolas en favor de los pueblos originarios que proveen de alimentos a las ciudades.
Si bien las ofrendas con las características lanas de colores, incienso, dulces, figuras que representan, salud, casas, familia, dinero, alimentos, trabajo, se hacen durante el año, el mes de agosto es de mayor intensidad, así los creyentes y aymaras de la ciudad de los andes cumplieron este tiempo de reflexión agradecimiento.
POR YENNY TICONA