Luego de que una niña de dos años de edad fuera hallada sin vida en una poza de agua, la Policía confirmó que se trata de un infanticidio ocurrido en Montero, en Santa Cruz. El autor confeso del hecho está aprehendido.
La mañana del miércoles, la madre reportó a desaparición de su hija luego de que la dejara sola para ir a la tienda. Al volver ya no la encontró en su casa.
La mamá y algunos vecinos se movilizaron para buscar a la niña, horas después encontraron el cuerpo de la bebé flotando en una poza del lugar.
De acuerdo con el reporte preliminar de la Fiscalía, el autor del crimen, que es vecino de la familia de la víctima, afirmó que cometió el crimen porque estaba cansado de escuchar el llanto de la menor de edad. Con este hecho suman 17 infanticidios en el país.
El fiscal asignado a la investigación, Luis La Fuente, informó que en la noche encontraron a la menor de edad en la poza de agua, ubicada a unos 400 metros de su domicilio, en el barrio Nuevo Amanecer.
Según la Policía, el infanticida padece de discapacidad mental; sin embargo, su estado de salud es evaluado por profesionales.
El hombre pidió perdón a la familia de la víctima por el crimen. “Dijo que no le gustaba escuchar llantos y que este habría sido el motivo por el que actuó en contra de la pequeña”, informó el jefe policial.
En tanto el hombre está en celdas policiales mientras se defina su situación procesal.
El examen médico forense determinó que la niña murió a consecuencia de una asfixia por sofocación, la cual se presume se realizó de manera manual.
(LA RAZÓN)
