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Policía antidroga de Perú dice que los narcos en Bolivia son de “gran nivel”

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La Policía peruana señala que los narcotraficantes en Bolivia tienen una organización estructurada que permite cristalizar alrededor de 700 toneladas de pasta base al año que transportan desde la Amazonía de ese país hacia el oriente boliviano. 

Después de que, en enero, Perú incautara 7,2 toneladas de cocaína en baldosas de madera provenientes de Bolivia —que formaban parte de un cargamento de 16 toneladas en total—, el medio peruano La República entrevistó a fuentes antinarcóticos que señalan que “sin duda, un ‘nacho’ (narcotraficante) cualquiera no ha financiado esas 16 toneladas. Se trata de un ‘nacho’ fuerte, de un ‘nacho’ potente, y es un ‘nacho’ boliviano. Los ‘nachos’ bolivianos son los ricos de Bolivia”. 

Explicó que Perú produce cerca de mil toneladas de cocaína, y, de ese total, el 70 por ciento, es decir, 700 toneladas, se va para Bolivia. “Pero Bolivia produce un promedio de 300 toneladas al año. Juntando con la droga que llega del Perú, entonces Bolivia mueve mil toneladas de cocaína al año. ¿Y cuánto incautó la Policía Antidroga Boliviana el último año? Sólo el 20 por ciento”.

La Policía antinarcóticos de Perú señala que los narcotraficantes buscan nuevas rutas para traficar la droga (ver infografía). “Bolivia se ha convertido, en los últimos años, en el más importante procesador de pasta básica procedente del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), y de otras cuencas adyacentes a la frontera con el país altiplánico. Las mafias bolivianas también han cobrado relevancia como transportistas de cocaína a gran escala que luego es enviada a Europa”, señala.

Una vez que la pasta base llega a Santa Cruz, pasa por un proceso de cristalización, luego “la cocaína es camuflada y transportada hasta los puertos de la costa norte de Chile, entre ellos Arica, de donde es despachada al Callao (Perú), donde otra embarcación recibe el alijo destinado a Amberes o Ámsterdam”.

De acuerdo a los informes de inteligencia de Perú: “Cualquier avioneta que ingresa a Bolivia puede nacionalizarse. Entonces, ¿qué hacen los narcos? Se roban las avionetas argentinas, paraguayas y brasileñas, y se las llevan a Bolivia y les ponen su placa. Pero toda esa jugada está en Santa Cruz. Y como ellos tienen cultura de aviación civil, cuentan con numerosos taxis aéreos en sus fronteras”.

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