La presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), Zulema Alanes, denunció que, entre el 16 y 23 de septiembre, inicio y final de la marcha convocada por el dirigente cocalero, Evo Morales, la pugna interna entre grupos radicales del Movimiento Al Socialismo (MAS) dejó como saldo al menos 20 actos de violencia contra periodistas.
En entrevista con Visión 360, destacó que “por primera vez el Ministerio de Gobierno se haya preocupado por las agresiones a los periodistas”, e incluso tenga un registro propio, en el que la Policía logró identificar a algunos de los autores de estos hechos violentos, militantes del MAS del ala evista. Uno de ellos sería Orestes Sotomayor, “yerno del señor Evo Morales”, aseguró el ministro Eduardo Del Castillo.
“Desde el inicio de la marcha, hasta la llegada a la ciudad de La Paz, hemos vivido una escalada de violencia, que ha dado como resultado al menos 20 periodistas agredidos”, afirmó Alanes. Aseguró que, de manera general, la pugna interna del MAS, que se reproduce en las calles con enfrentamientos, las principales víctimas son los comunicadores que hacen la cobertura en el lugar de los hechos.
Remarcó que, en contacto con los periodistas agredidos, todos relataron el clima de hostigamiento que sufren el momento de cubrir a estos grupos movilizados. Señaló que los comunicadores, hombres y mujeres, fueron víctimas de insultos de todo calibre hasta el robo de celulares, cometidos tanto por “arcistas” como “evistas”.
El 24 de septiembre, un día después de concluida la marcha “evista”, el ministro Del Castillo presentó un informe con el dato de que esa movilización dejó a su paso 87 personas heridas, pero además 17 agresiones a periodistas. La Policía señaló cinco puntos en los que estos actos se cometieron.
El primero se registró en Vila Vila, el 17 de septiembre, donde los “evistas” se enfrentaron a una vigilia de comunarios y cooperativistas mineros afines al presidente Luis Arce, que dejó un saldo de 31 heridos. En ese punto, los seguidores de Morales golpearon con un palo en la espalda a la periodista de Cadena A, Irene Torrez Goitia, y bajo amenazas la obligaron a borrar las imágenes de video que los incrimina por la golpiza a “arcistas” que intentaban frenar la protesta.
Según el recuento del Ministerio de Gobierno, entre las víctimas estaban dos periodistas de Cadena A, dos periodistas de DTV y dos periodistas de SEO TV. Además, una patrulla policial fue atacada.
PATACAMAYA
El segundo punto en el que se registraron agresiones contra periodistas, fue en Patacamaya, el 19 de septiembre, donde un grupo de cuatro periodistas del canal estatal Bolivia TV fue retenido y sufrió el robo de sus equipos de trabajo. Dos periodistas de DTV también fueron agredidos.
El 20 de septiembre se registró el tercer acto de violencia contra periodistas en el municipio de Ayo Ayo, donde un mensajero del Ministerio de la Presidencia fue agredido cuando intentaba entregar una carta a Morales, para que asista a un diálogo convocado por el presidente Arce.
YERNO DE EVO
“Los medios de comunicación también fueron víctimas de la violencia del señor Morales y sus fanáticos”, acusó Del Castillo al citar el caso puntual de la agresión a un camarógrafo del canal Unitel, quien corría grabando la huida del funcionario que era agredido por los “evistas”, momento en que un sujeto con sombrero lo patea por la espalda y provoca su caída.
El rostro del individuo fue grabado. Del Castillo identificó al agresor como Orestes Sotomayor, un guerrero digital masista, quien en Facebook administra una página con la fachada de “medio de comunicación alternativo”, totalmente parcializada con el dirigente cocalero.
El ministro también aseguró que este sujeto sería “yerno del señor Evo Morales”, y mostró el video en el que empujó al camarógrafo. En una de las fotos publicadas por Sotomayor en sus redes sociales, se lo observa celebrando el día del padre junto Morales y su hija, Eva Liz.
En su descargo, Sotomayor publicó en su portal de Facebook un texto, en el que niega ser el agresor del camarógrafo y afirma que su imagen fue manipulada por inteligencia artificial (AI). Se autocalificó como una “víctima” y pidió que el periodista John Arandia, que fue uno de los primeros en individualizarlo, se retracte.
VENTILLA
El cuarto hecho de violencia se dio en Ventilla, en la ciudad de El Alto, el 22 de septiembre. En ese punto, se contabilizaron 48 heridos: 46 civiles y dos periodistas de Red Uno. Los masistas atacaron además a dos ambulancias y generaron destrozos al ornato público.
En ese caso, el agresor intentó pasar por periodista, pues se trató de Rudy Aruhiza Tola, director de UPEA TV, canal de la Universidad Pública de El Alto. La alcaldesa de esa ciudad, Eva Copa, cuestionó la presencia del funcionario en la marcha y solo horas después este presentó su renuncia.
En las imágenes se muestra a Aruhiza increpando de forma airada al periodista de Red Uno, Víctor Mendizábal, quien es rodeado e increpado por un grupo violento liderado por el exdirector de UPEA TV.
PEDRADAS
El quinto punto en el que se registraron agresiones contra periodistas se dio el lunes 23 de septiembre en La Paz, día en el que se desconcentró un mitin de los seguidores de Morales en el puente de la avenida Perú.
Según los registros, el enfrentamiento con pedradas y detonación de cachorros de dinamita que afectó a varios periodistas, fue protagonizado por “evistas” y funcionarios “arcistas”, quienes en su afán de agredirse mutuamente destrozaron a pedradas los vidrios del frontis de la Unidad Educativa Naval, en la avenida Montes. Además, ambos grupos generaron destrozos en la Terminal de Buses.
Por su lado, Alanes señaló que, en el caso de Sotomayor, existen imágenes, fotografías y videos que identifican a este sujeto como responsable de una serie de agresiones a lo largo de la marcha “evista”, con publicaciones en sus redes sociales contra el trabajo de los periodistas.
Asimismo, se conoce que el camarógrafo agredido presentó una denuncia ante la Fiscalía. Alanes cuestionó que las acciones que buscan sanciones contra los autores no sean respaldadas por los propietarios y gerentes de los medios de comunicación, además que se incurra en actos de censura, impidiendo que estos hagan públicos sus testimonios.
(Visión 360)