El excomandante de la Policía, Álvaro Álvarez, ha desmentido categóricamente que su reciente cambio en el cargo esté relacionado con su supuesta negativa a obedecer una orden de aprehensión contra el exmandatario Evo Morales.
En declaraciones a los medios, Álvarez afirmó que su transición responde a decisiones administrativas y no a presiones externas.
Además, enfatizó la importancia de mantener la independencia de la fuerza policial y su deber de actuar con profesionalismo y ética en el ejercicio de sus funciones.
La controversia surge en un contexto político tenso. La diputada ‘evista’ Gladys Quispe denunció que el cambio del alto mando policial se debe a que el ahora excomandante de la Policía no acató la orden de aprehensión contra Morales.
ROLY FLORES
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP