A raíz del paro médico, los pacientes que acudieron a los hospitales públicos enfrentaron dificultades: cirugías reprogramadas, tratos inadecuados, condiciones climáticas adversas y una sensación de incertidumbre.
Quienes protestaron hasta las lágrimas fueron aquellos que, a pesar de recorrer largos kilómetros en busca de atención médica, no lograron obtener dicho cometido. Pidieron a los manifestantes cambiar su estrategia de lucha para no afectar la atención a los pacientes.
Finalmente, tuvieron que irse del hospital con la esperanza de que la situación vuelva a la normalidad pronto, lo que traería tranquilidad a sus familias.
(RTP)