Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, se refirió este miércoles al asalto militar del miércoles 26 de junio en La Paz y aclaró que Estados Unidos “no tuvo ninguna implicación” en lo sucedido; además, ratificó la “condena enérgica” al “despliegue ilegal” del Ejército.
En el video colgado en YouTube de la conferencia, la vocera indica que el gobierno de Joe Biden advirtió “las falsas acusaciones de participación de Estados Unidos en los eventos de Bolivia del 26 de junio y queremos dejar claro que Estados Unidos no tuvo ninguna implicación en ello”.
Asimismo, ratificó lo dicho por el subsecretario de Estado de EEUU para Gestión y Recursos, Richard Verma, en la Asamblea General de la Organización de Estados Unidos (OEA), tras la tensa jornada en Bolivia, sobre la “condena enérgica” al despliegue de efectivos militares. “Vamos a continuar apoyando la democracia y al pueblo de Bolivia”, cerró Jean-Pierre.
Verma se pronunció en la cita de la OEA del 27 de junio. “Condenamos enérgicamente el despliegue ilegal de unidades del Ejército en Bolivia, así como cualquier intento de subvertir el orden constitucional… Los acontecimientos de las últimas 24 horas en Bolivia dejan claro que la democracia sigue siendo frágil en el hemisferio”.
Casa Blanca
El bloque votó, por unanimidad, una “condena enérgica” a lo que el Gobierno boliviano tildó como un “intento fallido de golpe de Estado”. La insubordinación militar “constituye una amenaza al régimen constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia y una flagrante insubordinación a las órdenes expresadas públicamente por el presidente constitucional, Luis Arce”, subraya la declaración.
Un día antes, militares irrumpieron en la plaza Murillo bajo las órdenes del comandante Juan José Zúñiga. Éste anunció la intención de “tomar” la Casa Grande del Pueblo. Al final, ninguno de sus planes pudo plasmarse y emprendió huida. En la noche, fue aprehendido y ahora está encarcelado, acusado de terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y la soberanía del Estado.
Vedant Patel, portavoz adjunto principal del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo el 1 de julio que su país sigue observando la situación boliviana; “como imagino que hacen muchos en la comunidad internacional. Entendemos y hemos tomado nota (de) los muchos puntos de vista que han surgido en los últimos días; y acogemos con agrado un análisis independiente de los acontecimientos del 26 de junio”.
Sin embargo, continuó, “lo que quiero decir en términos generales es que estos acontecimientos en Bolivia dejan claro que la democracia sigue siendo frágil en algunas partes de nuestro hemisferio, y Estados Unidos tiene la intención de trabajar, conjuntamente en línea con la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, para proteger las instituciones democráticas de los países miembros y de otros países”.
(LA RAZÓN)
