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Evo cumple un año replegado en el Chapare con fuerte resguardo

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El 10 de octubre de 2024, el expresidente Evo Morales debía presentarse a declarar en Tarija por el caso de trata y tráfico de personas. No lo hizo, mandó a uno de sus abogados y tras la ausencia, la Fiscalía de ese departamento emitió una orden de aprehensión en su contra.

Dos días antes, efectivos de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc) y de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia notificaron al expresidente en su domicilio de la zona Oeste de Cochabamba, para que se presente a declarar dentro del caso de trata y tráfico y estupro agravado.

Desde antes de esa fecha, Morales ya estaba atrincherado en su bastión, desde donde ha logrado evadir una orden de captura en su contra por trata, mientras los cocaleros formaron un “ejército” a su alrededor para protegerlo.

El 27 de octubre de ese año, el exmandatario denunciaba “un intento de asesinato” en un video que publicó en sus redes de un presunto operativo policial en el que le dispararon al vehículo en el que se movilizaba por Villa Tunari. El Gobierno, al respecto, afirmó que en realidad se trató de un operativo antidroga, aunque después ordenó una pesquisa para esclarecer el hecho.  

La última vez que Morales salió de su reducto fue en septiembre de 2024, cuando lideró la llamada “marcha para salvar Bolivia”. El lunes 23 de septiembre llegó a La Paz y horas antes a la ciudad de El Alto, tras siete días de recorrido.

El exmandatario, seguido por mineros y sectores indígenas en primera fila, ingresó a la sede de Gobierno por la autopista, en su séptimo día de caminata que inició desde la localidad de Caracollo, en Oruro, y que fue calificada por Luis Arce como un “golpe de Estado” en su contra.

Esta semana, la fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, fue destituida luego de presentar formalmente la acusación contra el cocalero por el delito de trata y tráfico de personas.

Consultado varias veces sobre esta acusación, Morales y sus abogados repiten que “si no hay víctima, no hay delito”. El exmandatario, que tiene una orden de aprehensión por este caso, está acusado de haber procreado una hija con una adolescente de 15 años a cambio de favores políticos y económicos para los padres, que también se encuentran acusados.

El 31 de diciembre de 2025, Cindy Saraí, la presunta víctima, declaró a un medio internacional que “hicieron desaparecer” a los hijos que supuestamente tuvo el exmandatario con Gabriela Zapata y con la hija de la exministra Nemesia Achacollo, y expresó que no quiere que su hija de ocho años corra la misma suerte. La víctima confirmó que concibió una hija con el exmandatario.

Hoy ambas están refugiadas en Argentina.

Pese a contar con una orden de aprehensión, las autoridades del gobierno de Arce no la han ejecutado, porque arguyen que un operativo para capturarlo podría terninar con varias bajas, civiles y policiales.

Evo en los medios

Así, desde hace un año, Morales se mueve relativamente libre, con una guardia siempre alerta ante el temor del ingreso de un eventual ingreso de fuerzas del orden para aprehenderlo. Se traslada en convoys, entre eventos masivos, encuentros con líderes indígenas y su lugar de trabajo.

Su encierro llamó la atención de varios medios internacionales. En junio pasado, un periodista brasileño llegó hasta el Chapare para entrevistarlo. Fue recibido por su “seguridad”, decenas de cocaleros “armados” con lanzas y escudos que protegen al exmandatario las 24 horas del día.

“Evo Morales es un ‘foragido’ (prófugo, en portugués) y está escoltado por 3.000 civiles armados con lanzas y escudos, una fortaleza al interior de Bolivia (en el Chapare) lo protege”, narra el periodista en la entrevista que se difundió en el programa “Domingo Espectacular”, que se difunde en el vecino país.

“El lugar de la entrevista era un misterio, para asegurar la seguridad del expresidente, no fuimos informados sobre el punto exacto donde se encuentra, sabemos apenas que es un viaje de cuatro horas”, relataba el reportero.

Entre muchos otros medios más, el exmandatario concedió también una entrevista al The New York Times, medio que contó que “un miembro del equipo de seguridad del expresidente Evo Morales reveló que se desplaza a una velocidad de hasta 145 kilómetros por hora, sorteando el tráfico para evitar ser capturado”.

En ese diálogo, Morales dijo: “Todos decían: ‘Evo se va a ir a Cuba o Venezuela. Estoy luchando aquí. No tengo nada que perder. Solo el imperio y el gobierno derechista de Lucho; no me maten, eso es todo lo que quiero”.

“Encontrarlo implica un viaje en coche de cuatro horas por las colinas hasta un pequeño pueblo llamado Lauca Ñ, luego pasar un puesto de control y entrar en un recinto en el bosque, donde sus leales lo protegen de ser arrestado”, narró el medio estadounidense.

Sus seguidores, al apronte

Organizaciones sociales afines al expresidente lanzaron una dura advertencia al gobierno entrante de Rodrigo Paz y Edman Lara, señalando que, si no cumplen con las promesas realizadas durante la campaña electoral, su gestión podría tener una corta duración.

Además, advierten que debe gobernar “escuchando al pueblo” y sostienen que no permitirán que su líder sea aprehendido. Al respecto, el presidente electo ha adelantado que “la justicia debe caerle a todo el que tenga cuentas pendientes, se llame Pepe, Luis o Evo”.

Los dirigentes manifestaron que la población atraviesa una profunda crisis económica y que las soluciones deben ser inmediatas.

VISIÓN 360

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