La escasez de dólares, las filas para adquirir combustible, la elevación de precios de la canasta familiar, pugnas políticas y amenazas de movilizaciones están generando un clima de incertidumbre en la población, que puede empeorar en las próximas semanas.
Este clima de conflictividad, que cada día empeora, según los especialistas se está generando “el cóctel perfecto para una espiral de violencia que podría poner en riesgo la gobernabilidad en el país”.
Si bien el MAS y sus pugnas internas son responsables en gran medida, la oposición también tiene que ver en esta crisis porque lamentablemente ha perdido su rumbo y simplemente apoya al que mejor le conviene.
Frente a esta situación, plantean una serie de alternativas que permitan estabilizar la economía, recuperar la paz social y lo principal, reactivar la economía de los bolivianos.
(RTP)