La relación que existe entre el agua y los arboles es esencial para la vida en el planeta, en el caso de Bolivia gran parte del agua que consumimos los bolivianos proviene de los bosques amazónicos. Un solo árbol amazónico puede enviar mil litros de agua por día a la atmosfera, se imagina la cantidad de agua que producen los 390 mil millones de árboles que existen en la amazonia.
La deforestación de estos bosques está poniendo en serio riesgo el ciclo hidrológico de la región, según datos de la FAN en los últimos 2 años, entre 2020 y 2022, Bolivia perdió casi 800 mil hectáreas de bosque y si continuamos a este ritmo el impacto al ecosistema será irreversible.
Este 1° de octubre se celebró el día nacional del árbol y en la oportunidad el Gobierno lanzó la campaña de reforestación “Un árbol, una gota de agua” donde se prevé plantar más 1.5 millones de plantines.
Nadie está en contra de las campañas de reforestación, pero si comparamos los resultados entre deforestación y reforestación los niveles apenas superan el 1%.
En ese sentido y si verdaderamente queremos preservar nuestros bosques para garantizar el agua y la vida esas regiones estamos obligados a enfocar los esfuerzos a frenar la deforestación.
POR ÁNGEL LOZANO
