En los últimos años Bolivia ha experimentado un significativo auge en la industria minera, lo que ha potenciado sus exportaciones de oro y otros minerales, generando un ingreso de $us 5.601 millones en 2023, según datos del Gobierno nacional. Sin embargo, este crecimiento también ha resultado en daños importantes para la salud y el medio ambiente.
El metal que lidera las ventas al mercado internacional es el oro, seguido del zinc. El ministro de Minería, Alejandro Santos Laura, ha destacado la importancia de controlar y prevenir la minería ilegal, instruyendo a las entidades correspondientes para tomar medidas al respecto.
El ministro también ha subrayado que las cooperativas mineras no tienen autorización para solicitar áreas de trabajo en zonas protegidas.
De acuerdo con el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario(CEDLA), Alfredo Zaconeta, se ha observado un incremento significativo en la actividad aurífera, impulsada por una especie de “fiebre del oro” que ha reactivado antiguas operaciones mineras en ríos, vetas y socavones, muchas de las cuales son ilegales y con impactos negativos en el entorno natural.
(RTP)