Según un exdirector del BCB, el ente emisor cuenta con 23 toneladas de oro, de las cuales 19,7 son oro monetario y el resto es el oro metálico
Al 31 de diciembre de 2023, el Banco Central de Bolivia (BCB) había comprado 4,09 toneladas de oro fino en el mercado interno, adquirido en cinco meses de vigencia del Reglamento de la Ley 1503 de “Compra de Oro Destinado al Fortalecimiento de las Reservas Internacionales”.
El presidente interino del BCB, Edwin Rojas, informó en esa oportunidad que esa adquisición apuntaló el fortalecimiento de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del país, de acuerdo al reglamento de la nueva ley. Según información del ente emisor, las RIN alcanzan $us 1.709 millones, de los cuales $us 1.566 millones están representadas en oro, $us 165 en divisas (dólares) y $us 40,8 en Derechos Especiales de Giro (DEG).
En su último informe sobre la calificación de riesgo de Bolivia, en el que Fitch Ratings bajó a Bolivia de B- a CCC, se observó que el BCB vendió la mitad de las reservas de oro, que desde entonces han sido liquidadas, dejando el stock apenas por encima del mínimo de 22 toneladas permitido por la ley.
“Sin embargo, el BCB ha comenzado a vender oro certificado en el extranjero y a comprar oro no certificado a productores locales, que no puede ser de libre uso, y pretende comprar hasta 10 toneladas en 2024”, mencionó el informe.
Lo más llamativo para Fitch Ratings es que en diciembre de 2023, el BCB también celebró una operación de recompra con un banco comercial, proporcionando $us 99 millones en divisas, que se descontaron de las reservas porque utilizó otro activo de reserva como garantía, que probablemente habría sido oro. “La menor puntualidad en la publicación de los datos de reservas ha aumentado la incertidumbre”, manifestó la calificadora.
El exdirector del BCB, Gabriel Espinoza, explicó que el oro fino u ‘oro metálico’ que compró el BCB no puede contarse como reserva, porque no posee la ‘Certificación de calidad de buena entrega’. “Ese oro no puede ser vendido a los bancos internacionales; no serviría para que el BCB lo deposite en el exterior y pueda recibir dólares a cargo de ese oro”, precisó.
Para certificar el oro, Espinoza indicó que el metal precioso se debe enviar a una de las 17 refinerías que existen en el mundo para realizar ese trabajo. “No solo es una cuestión de pureza de oro, sino que también debe certificarse por esa refinación adecuada”, consideró.
En septiembre de 2023, el BCB monetizó 17 toneladas de oro certificado -denominado también oro monetario- de las RIN, equivalente a $us 1.059,3 millones. De acuerdo con analistas del sector económico, las divisas obtenidas sirvieron para pagar deuda externa.
Según Espinoza, el BCB cuenta con 23 toneladas, de las cuales 19,7 son oro monetario y el resto es el oro metálico, adquirido recientemente con la Ley del Oro. “Antes de la ley teníamos 42 toneladas y media, ahora está por debajo de las 22 toneladas que dice la Ley de fortalecimiento de reservas (…). Entonces ahí empieza a surgir la duda, lo que señala Fitch (Ratings), si el BCB va a poder comprar tanto oro como está vendiendo a una velocidad muy acelerada”, señaló.
Actualmente, la Asociación del mercado de lingotes de Londres (LBMA, por sus siglas en inglés) es la que establece las normas y la que lleva un registro de todas aquellas casas de la moneda o refinerías que tienen autorización para fabricar lingotes de oro con el certificado ‘Good Delivery’.
Estos lingotes son aptos para su comercio entre los bancos centrales y en los mercados internacionales. De esta forma, si un lingote lleva el sello de este certificado, significa que el fabricante cumple con todos los requisitos de calidad establecidos por la LBMA.
EL DEBER.