Hugo Pozo, uno de los artistas más queridos y respetados en la historia del entretenimiento boliviano, ha dejado un vacío irreparable en la cultura nacional tras su fallecimiento.
Pozo, con más de 50 años de trayectoria, fue un referente en el cine, teatro y la televisión, dejando una huella imborrable a través de obras que marcaron generaciones.
El actor participó en una serie de producciones emblemáticas, como “Chuquiago”, “Mi Socio”, “Amargo Mar”, “El Celibato”, “American Visa” y “¿Quién mató a la Llamita Blanca?”, entre otras, que cimentaron su legado en la escena artística de Bolivia.
Su talento y pasión por el arte lo convirtieron en un verdadero maestro para muchos, y su capacidad para interpretar personajes profundos y conmovedores sigue siendo un ejemplo para futuras generaciones de artistas.
La partida del maestro Pozo ha dejado una profunda tristeza en la comunidad cultural boliviana, que lo recuerda con cariño y admiración.
Sus son velados en el salón de honor del Teatro Municipal de La Paz, un espacio que, como él, ha sido testigo de la grandeza de su carrera
ROLY FLORES
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP