FOTO: AGENCIA ANADOLU En Francia, el mapa de los resultados locales en los comicios europeos se tiñe de marrón: la extrema derecha avanza. El partido nacionalista de extrema derecha Agrupación Nacional (Rassemblement National), liderado por Marine Le Pen, obtuvo cerca de un 31 por ciento de los votos, más del doble que la alianza del presidente francés Emmanuel Macron, quien, en la misma noche, tras darse a conocer las cifras, llamó sorpresivamente a nuevas elecciones y disolvió la Asamblea Nacional. Así pues, en Francia, a las elecciones europeas le siguen elecciones nacionales. Y, aunque muchas personas en Europa están preocupadas por la idea de que el partido de Marine Le Pen pueda formar gobierno en los dos últimos años de Macron en el poder, hay un grupo que está particularmente intranquilo: el de los inmigrantes y sus descendientes. “Los inmigrantes en Francia tienen miedo” Raja Ali Asghar llegó a París hace 35 años desde Pakistán, y es presidente de la Liga Pakistaní-Musulmana en Francia. “Los inmigrantes que viven en Francia están preocupados por su futuro”, dice a DW. “Los partidos de derecha siempre han tenido puntos de vista especialmente contrarios a los inmigrantes”. Raja Ali Asghar teme, por ejemplo, que sufran desventajas a la hora de buscar trabajo y acceder a prestaciones sociales. “Creo que los problemas de los inmigrantes en Europa aumentarán en los próximos años”, afirma. De modo similar observa la situación Satar Ali Suman, que dirige varios restaurantes en París y emigró desde Bangladés hace 24 años. “Todos saben que a los partidos de extrema derecha no les gustan los inmigrantes, en especial los musulmanes. Los inmigrantes en Francia tienen miedo de los días por venir”, explica en entrevista con DW. “Llegó el fascismo” La autora francesa Emilia Roig es aún más clara: “Reconozcamos que llegó el fascismo, hablemos en presente. Negarlo no es útil, sino que lo vuelve aún peor”, escribió Roig en Instagram. Y la oenegé Ghett’Up, que trabaja en el barrio suburbano parisino de Saint-Denis con adolescentes migrantes, escribió en X sobre las próximas elecciones en Francia: “Tenemos que cambiar a modo de combate”. También en Austria, el resultado de los comicios europeos es un test de cara a las elecciones nacionales, que se llevarán a cabo en el otoño boreal. El partido populista de derecha FPÖ se convirtió allí en la mayor fuerza, por delante del conservador ÖVP. En Italia, los Hermanos de Italia, de la primera ministra Giorgia Meloni, obtuvieron la mayor cantidad de votos. En total, las fracciones del margen extremo de la derecha lograron un aumento significativo de poder. “La gente sabe que el AfD es un partido de extrema derecha” En Alemania, ningún partido ha conseguido ganar tantos votos como Alternativa para Alemania (AfD), un partido que los servicios secretos nacionales clasifican en todo el país como presuntamente de extrema de derecha y, en tres estados federados del este de Alemania, incluso como extremista de derecha confirmado. En dos de estos estados federados y en otro se elegirá un nuevo Parlamento regional en otoño y, en los tres, el AfD obtuvo una clara ventaja en las elecciones europeas. Eso causa preocupación a muchas personas en Alemania, entre ellas, por ejemplo, al presidente del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania, Aiman Mazyek: “No solo hay un problema para la comunidad migrante, sino también para la democracia”, dice Mazyek en entrevista con DW. “Al menos en el este de Alemania, el AfD es un partido muy popular. No quiero volver a escuchar el cuento de que se trata de un voto de protesta. Son personas con las cosas ideológicamente muy claras, que saben muy bien que se trata de un partido de extrema derecha”. Eyüp Kalyon, secretario general de la Unión Turco-Islámica del Instituto de Religión (DITIB), la mayor organización musulmana en términos numéricos de Alemania, expresa a DW su profunda preocupación por la división social: “Constatamos que los sectores extremos -derecha e izquierda- son mayoría en algunos estados. Ambos extremos tienen en común que adoptan posiciones populistas y proteccionistas y envenenan el clima social”. “Si este movimiento gana fuerza, también aumentará el peligro” En enero, el AfD fue criticado tras darse a conocer una reunión secreta de algunos de sus dirigentes en la que se discutió sobre una “remigración” masiva, es decir, una deportación masiva de inmigrantes. Tahir Della, de la Iniciativa de Personas Negras en Alemania, critica que las preocupaciones de la población inmigrante no reciben una respuesta adecuada de las autoridades. “Más bien se preocupan por perder votantes, perder confianza, y, por así decirlo, perder poder”, afirma en entrevista con DW. Sin embargo, el problema central es otro, explica: “A medida que estos movimientos aumentan y ganan fuerza, también crece el nivel de amenaza para las personas de color, los inmigrantes y los refugiados”, señala Della. Los centros de asesoramiento a las víctimas y la Policía advirtieron recientemente sobre un aumento significativo de los delitos de extrema derecha motivados políticamente en Alemania, en particular por motivos racistas y antisemitas. Después de las elecciones europeas, muchos temen que este fenómeno todavía esté en pleno desarrollo en todo el continente. (DW)