Los productores de soya enfrentan este año una crítica situación por la sequía, los avasallamientos y la caída de precios internacionales, lo que traerá problemas en el abastecimiento interno del producto y menor ingreso de divisas. Demetrio Pérez, productor y expresidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), informó a Visión 360 que se tiene problemas con el clima que afecta sobre todo al norte y hay poca humedad. “La última lluvia que se tuvo fue el 29 de junio, ya estamos casi fuera de época de siembra, ese es el problema de la naturaleza que nos afecta”, puntualizó. Sin embargo, observó que el sector también se ve afectado por los avasallamientos de tierras que se han presentado las últimas semanas, justo en época de siembra de campaña de invierno, lo cual también disminuirá la producción de granos. “En todas las propiedades que están avasalladas, los productores están concentrados en cómo defender jurídicamente las propiedades y sacar a los avasalladores de los predios que han sido salvajemente destruidos, se han quemado vehículos, la gente ha sido amenazada y atacada, hay heridos. Los trabajadores están sin trabajar y es probable que se despida gente y queden sin empleo por culpa de los señores interculturales”, precisó. Explicó que los factores climáticos y humanos (avasallamientos) tienen incidencia directa en toda la cadena productiva dela soya, porque significa menos grano, transporte y menor materia exportable y, por ende, menos ingresos de divisas, cuando es los que más se necesita en estos momentos como país. Pérez advirtió que va a escasear no sólo el grano de soya, sino también el maíz y es probable que se tenga que importar este producto, el cual seguramente será transgénico. “Por la sequía habrá menor rendimiento y es probable que no se llegue a cubrir ni el 10% del consumo interno, y tocará importar trigo transgénico de Argentina, con un precio alto, y no sabemos si el Estado estará en condiciones de seguir subvencionando”, agregó. El otro problema que observa son los bajos precios internacionales de la soya, que tienen que ver con muchos factores, entre ellos la especulación de mercado chino que consume más de 60% de la producción mundial. El grano de soya en el mercado cayó el 18 de julio a 403 dólares la tonelada, inferior a los 568 dólares que se tenían hace un año, en julio de 2023, según revelan los datos procesados por el Ministerio de Desarrollo Productivo y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pérez manifestó que, en medio de todo este panorama, el Gobierno hasta ahora no atiende el pedido del sector productor para que apruebe la biotecnología. Un informe técnico de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) reveló una disminución en la superficie sembrada con cultivos de rotación, como sorgo, maíz, trigo, girasol y chía. En invierno se sembraron apenas 558 mil hectáreas, lo que representa una caída del 35% en comparación con las 858.000 hectáreas sembradas en el invierno de 2023. En un año, las exportaciones de semillas y habas de soya cayeron de 125,4 millones de dólares a 28,7 millones a mayo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). (VISIÓN 360)