FOTO: CNN Donald Trump continúa instalado en su retórica incendiaria que va de órdago en órdago sin interrupción. Sea a través de su red social, de entrevistas o de comparecencias, Trump parece dispuesto a dar siempre un titular para que se hable de él. Es capaz de decir que va a ser “dictador” por un día si gana, que va a haber un “baño de sangre” si no gana o de referirse a los inmigrantes latinoamericanos como guerreros, delincuentes y “alimañas” que invaden el país y “envenenan la sangre” de los estadounidenses. Con las presidenciales en el horizonte del 5 de noviembre, la inmigración es uno de sus temas de campaña favoritos. En su última entrevista, a quien ha replicado ha sido al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien había pedido a Washington ayuda financiera para frenar la migración. “No le daría ni 10 centavos”, ha contestado Trump. El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la presidencia concedía una entrevista más a Fox News, el canal conservador al que suele atender con más frecuencia y donde encuentra un tono cómplice entre los presentadores. El periodista, Brian Kilmeade, le ha mencionado que en la entrevista que concedió recientemente al programa 60 minutes de la CBS, López Obrador pidió a Estados Unidos cambiar su política sobre Cuba y Venezuela. “Queremos que se atiendan las causas raíz”, insistió sobre la migración, de lo contrario “los flujos de migrantes van a continuar”. El presentador de Fox News preguntó: “¿Está bien que el presidente mexicano dicte la política estadounidense?”. Trump contestó: “Bueno, él dijo mucho más que eso. Dijo que quiere 10.000 millones de dólares esencialmente solo para hablar, 10.000 millones de dólares para hablar, y eso ha salido desde entonces, y no, eso no habría pasado conmigo, con el muro”. “¿Qué ha cambiado?”, le siguió el juego el periodista. Y Trump añadió: “Es muy sencillo: falta de respeto al presidente. Nunca me dirían eso. Nunca lo dirían incluso antes de hablar. Quieren 10.000 millones al año, México acaba de pedir 10.000 millones al año. Nunca lo pedirían. No les daría ni 10 centavos”, dijo. Durante la entrevista a López Obrador en el programa 60 minutes, la periodista centró varias de sus preguntas en el contraste entre Trump y Biden, que competirán en unos meses por un segundo término en la Casa Blanca. “Biden es respetuoso de nuestra soberanía como lo fue el presidente Trump”, dijo López Obrador, en tono salomónico. Pese a las distancias ideológicas, el mandatario mexicano defendió su buena relación con ambos. “Hemos tenido diferencias, pero hemos puesto por delante el interés general de los pueblos de México y Estados Unidos”, comentó. “Nos necesitamos mutuamente”, agregó. Aun así, López Obrador ya no estará en el poder cuando tenga lugar el nuevo mandato presidencial estadounidense. Obrador ha reclamado en varias ocasiones en los últimos meses a Estados Unidos que inyecte 20.000 millones de dólares en fondos como parte de un plan de cooperación para ayudar a otros países de América Latina en momentos en que un número récord de migrantes atraviesa Centroamérica y México para entrar a Estados Unidos. Durante varios meses, el Gobierno de Joe Biden ha estado negociando con un grupo de senadores de ambos partidos para presentar un proyecto de ley que incluyese reformas y financiación para hacer frente al problema de la frontera. El texto destinaba 20.000 millones de dólares a reforzar los medios de las patrullas fronterizas, de los servicios de inmigración, de los agentes de asilo y de los jueces encargados de los asuntos migratorios. Cuando se llegó al acuerdo, sin embargo, Trump presionó a los senadores del Partido Republicano para que votasen en contra por puro cálculo electoral. La aprobación de esa ley no le convenía para su mensaje. Si al aplicarse tenía resultados, no podría cabalgar a lomos de ese problema. E incluso si no daba muchos frutos, permitía a Biden argumentar que estaba tomando medidas consensuadas entre ambos partidos. Trump prefiere seguir echando gasolina al fuego que apagarlo. El pasado 1 de marzo, mientras Biden le tendía la mano para tratar de apoyar juntos esas nuevas medidas, Trump volvió a echar mano de su retórica más incendiaria con un discurso lleno de mentiras y de mensajes xenófobos, con ecos ultraderechistas, como acostumbra. “Estas son las personas que están entrando en nuestro país, y vienen de cárceles y vienen de prisiones y vienen de instituciones mentales y vienen de manicomios y son terroristas. Los están introduciendo en nuestro país. Y es horrible”, dijo Trump. “Estados Unidos está siendo invadido por el crimen migrante Biden. Es una nueva forma de violación viciosa a nuestro país. Es el crimen migrante. Lo llamamos crimen migrante Biden, pero eso es un poco largo”, dijo también. Habló de la llegada de inmigrantes como de una “invasión”, una “invasión Joe Biden”, dijo, refiriéndose a que los que llegan son “hombres en edad de luchar” que parecen “guerreros”. “Esto es como una guerra”, sentenció. (EL PAÍS)