La inflación interanual trepó al 289,4% y mantuvo a Argentina en el podio de los países con mayor incremento de precios en el mundo. El gobierno de Javier Milei celebró el dato conocido este martes porque, por primera vez desde que el ultraderechista asumió en diciembre pasado, el índice inflacionario mensual fue de un dígito: el 8,8% en abril. Sólo en el primer cuatrimestre del año el alza fue del 65%. “A la inflación la estamos goleando”, dijo Milei, poco antes de que se difundieran los datos oficiales. En un contexto de recesión económica y caída del consumo tras la devaluación, el ajuste fiscal, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones, el Gobierno destacó la baja registrada a nivel mensual en el nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC), por la que venía bregando intensamente, incluso limitando la libertad de mercado que pregona el presidente y bajando las tasas de interés de referencia fijadas por el Banco Central de la Argentina. El rubro que registró el mayor aumento de precios en abril fue el que incluye los gastos de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con el 35%. En el mes previo, el rubro había mostrado una suba del 13,3%. El incremento en abril es significativo porque, en las últimas semanas, el Poder Ejecutivo resolvió postergar los incrementos que estaban previstos en las tarifas de gas y electricidad, justamente para desalentar el proceso inflacionario. El IPC elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos también verificó un alza sobre el promedio en el rubro de comunicación, con el 14,2%, debido a las subas en los servicios de telefonía e internet. Los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, en cambio, tuvieron una inflación del 6%, con mayor incidencia en productos como carnes y sus derivados, leche y lácteos, huevos, verduras y legumbres. Pese a la desaceleración de los precios, los alimentos mantienen un incremento interanual del 293%, por encima del índice general. “El IPC nacional registró una variación de 8,8% en abril, exhibiendo la primera variación mensual de un dígito desde octubre de 2023. La inflación núcleo, que excluye los componentes regulados y estacionales del índice, fue de 6,3%″, destacó el Ministerio de Economía. “La inflación se está pulverizando y tiene su certificado de defunción firmado”, abundó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en sus redes sociales. El vaso medio lleno que eligió resaltar el Gobierno, dejando de lado la persistente magnitud de la inflación interanual en un marco de contracción de la economía, se explica tanto porque la promesa de Milei de bajar la inflación fue clave en su triunfo electoral, como porque las primeras medidas del presidente ultraderechista habían generado un estallido de los precios. Después de su asunción, la inflación dio un salto del 25,5% en diciembre y del 20,6 en enero. Ya en febrero pasó al 13,2 y en marzo, al 11%. En los meses previos a la llegada de La Libertad Avanza al poder, durante la administración del peronista Alberto Fernández, el índice inflacionario había sido del 12,8 en noviembre, 8,3 en octubre, 12,7 en septiembre y 12,4 en agosto. En realidad, el descenso de la inflación en abril no sorprendió: casi todas las estimaciones públicas y privadas preveían una baja. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central de la Argentina, había calculado para el mes pasado una inflación del 9%. Basado en estimaciones de consultoras, centros de investigación y entidades financieras, el informe también previó para mayo una inflación mensual del 7,5% y para el año, del 161,3%. (EL PAÍS)