FOTO: FUNDACIĆN TIERRA En medio de la campaƱa para convertir al norte de La Paz en una nueva zona agroindustrial como Santa Cruz āen el que abundan los proyectos de monocultivo mecanizadoā, 21 mujeres y sus familias de la Central 16 de Julio, en el municipio de San Buenaventura, decidieron remar contra corriente y estĆ”n aprendiendo a trabajar la tierra en armonĆa con el medio ambiente con la implementaciĆ³n de sistemas agroforestales (SAFs). Su principal objetivo, mantener la cobertura boscosa.Ā āA medida que va pasando el tiempo hemos visto que nos ha afectado la sequĆa y la erosiĆ³n. Una manera de evitar esto son los sistemas agroforestales. Podemos ver cĆ³mo diversas plantas pueden ayudar a que la tierra no se erosione fĆ”cilmente y cĆ³mo podemos hacer crecer a otros sembradĆos para que no sufran el cambio climĆ”tico. Sabemos que este proyecto no es a corto tiempo. Por lo menos a 10 aƱos se tiene que mantener, pero a medida que va creciendo, vamos aprovechando todos los espaciosā, comenta Alicia Huanca, una de las lĆderes de familia que lleva adelante esta iniciativa. Las familias de la Central 16 de Julio son pioneras en la construcciĆ³n de un camino alternativo al modelo extractivista promovido por programas gubernamentales enfocados en monocultivos extensivos en el norte de La Paz. Esta iniciativa busca armonizar la producciĆ³n agrĆcola con la conservaciĆ³n del entorno natural. En lugar de talar bosques para establecer cultivos, estos sistemas integran Ć”rboles, frutales, hortalizas y pastizales en un mismo espacio, recreando la dinĆ”mica del bosque nativo. āHemos aprendido a manejar plantas de cĆtricos en la parcela, a manejar el chaco sin quemas y cĆ³mo con las hojarascas se puede abonar a la misma tierra. Es una forma de tener al medio ambiente protegidoā, comenta Lola Capiona, otra de las beneficiarias del proyecto. La mayorĆa de las parcelas SAFs estĆ”n alejadas del centro urbano de Tumupasa. Por eso, la mayorĆa de las encargadas de sus sembradĆos deben trasladarse todos los dĆas desde sus viviendas, hasta sus predios para estar pendientes de la adaptaciĆ³n de nuevos plantines, cubrir el requerimiento de agua y verificar el control de plagas o enfermedades. A la par, tambiĆ©n realizan trabajos de desyerbe o poda, cuando corresponde, acciones que requieren mucha dedicaciĆ³n. SegĆŗn datos de ONU-Medio Ambiente, en el mundo, al menos 2.000 millones de personas, sobre todo de las zonas rurales y mĆ”s pobres, dependen de la agricultura para su subsistencia. Sin embargo, los sistemas alimentarios actuales son insostenibles y uno de los principales motores de la degradaciĆ³n del suelo. Esta problemĆ”tica se pone en relieve este 5 de junio, fecha en que se conmemora el DĆa Mundial del Medio Ambiente 2024, cuya temĆ”tica anual busca centrarse en cĆ³mo acabar con la degradaciĆ³n de la tierra y restaurar los paisajes degradados. Un cuarto de la poblaciĆ³n mundial depende de los bosques para vivir, incluidas 9 de cada 10 personas que viven en la pobreza extrema. La deforestaciĆ³n es una de las causas mĆ”s comunes de degradaciĆ³n del suelo. Cada aƱo se pierden en el mundo 10 millones de hectĆ”reas de cubierta arbĆ³rea. En medio de este panorama, el trabajo que comenzaron a realizar las mujeres del norte paceƱo representa un alivio para el medio ambiente. Un SAF se estructura en mĆŗltiples estratos: el mĆ”s alto con especies forestales, un estrato intermedio de frutales y cĆtricos, y un nivel inferior de hortalizas y cultivos anuales. Esta distribuciĆ³n responde a las necesidades de luz de cada especie y favorece la protecciĆ³n mutua. āCon estas parcelas, en un pequeƱo espacio puedes tener variedad de productos, desde frutas, hortalizas, productos maderables y otros. Sirve para nuestra alimentaciĆ³n y la venta. En mi terreno tengo cĆtricos, diversos plantines que nos han proporcionado. A los bordes he puesto maderables y en los lugares que todavĆa habĆa espacio, copoazĆŗ y chocolate. Tratamos siempre de cuidar el medio ambiente. Hemos aprendido la importancia de reforestarā, afirma Judith Villca. Todas las beneficiarias del proyecto de implementaciĆ³n de los sistemas agroforestales pertenecen a la AsociaciĆ³n Integral Agropecuaria Multiactiva de Mujeres Interculturales de Central 16 de Julio (AIAMMIC), cuya experiencia comenzĆ³ hace mĆ”s de un aƱo con capacitaciones y visitas a lugares donde se implementaron estas iniciativas de forma exitosa. Las parcelas demostrativas pueden tener hasta 20 especies diferentes, incluyendo Ć”rboles maderables, frutales, cacao y una variedad de hortalizas. El proyecto de implementaciĆ³n de las parcelas SAFs es una iniciativa que promueve la FundaciĆ³n TIERRA, con el apoyo de las ONG Pan Para el Mundo y Eclosio, instituciones que estĆ”n enfocadas en promover alternativas para la seguridad alimentaria a travĆ©s de la producciĆ³n agroecolĆ³gica y los sistemas agroforestales (SAFs). “Nuestro enfoque es mantener y mejorar la cobertura forestal, no destruirla. Cada parcela de SAF se estructura en mĆŗltiples estratos, donde conviven especies forestales, frutales, cĆtricos y hortalizas, beneficiĆ”ndose mutuamente de la sombra y la protecciĆ³n que se brindan”, enfatiza Wilfredo Plata, director de la regional Altiplano. Herramientas de IntegraciĆ³n Medioambiental (HIMA) Dentro de la capacitaciĆ³n que se brinda a las mujeres para implementar los sistemas agroforestales existen cuatro Herramientas de IntegraciĆ³n Medioambiental (HIMA) con las cuales se busca fomentar prĆ”cticas amigables con el entorno natural de las regiones. La primera herramienta es de cuidado de los recursos naturales; la segunda es de elaboraciĆ³n de abonos orgĆ”nicos y fertilizante para su aplicaciĆ³n en las SAF; la tercera es de manejo de la basura y residuos con el reciclaje y compostaje y finalmente, la ampliaciĆ³n de las parcelas SAFs con el chaqueo sin quema. āCon todas estas acciones se imita el equilibrio del bosque, regulando el microclima, el control de plagas y la polinizaciĆ³n de forma natural. Es una forma de producir respetando los ciclos naturales y protegiendo los recursos. Una de las acciones clave es la reforestaciĆ³n de ojos de agua en las parcelas familiares, asegurando asĆ el acceso a este recurso vital. AdemĆ”s, se impulsa la elaboraciĆ³n y uso de abonos orgĆ”nicos para reducir la dependencia de agroquĆmicos daƱinosā, explica Johnny Mamani, tĆ©cnico de TIERRA. Todas las iniciativas