Milenio: Si Bolivia no desarrolla el sector minero perderĆ” una ventana de oportunidad histĆ³rica
Bolivia es un paĆs con importantes reservas de minerales, pero sin las condiciones que permitan el desarrollo de ese potencial en su vasta geografĆa andino-amazĆ³nica. La falta de inversiones, la inseguridad jurĆdica, el intervencionismo estatal, la incertidumbre polĆtica, la informalidad en la actividad extractiva y el deterioro ambiental, entre otros, figuran en la lista de los problemas que asfixian y estancan a este sector, de acuerdo al anĆ”lisis de la FundaciĆ³n Milenio. La organizaciĆ³n considera que si los vientos del cambio soplaran a favor de una minerĆa moderna, competitiva y sostenible, en pocos aƱos los resultados podrĆan ser distintos y dar lugar a un nuevo comienzo en un sector que ha marcado los hitos mĆ”s relevantes en la historia econĆ³mica del paĆs, pero que tambiĆ©n dio lugar a innumerables mitos que frustraron su desarrollo y modernizaciĆ³n. āLas oportunidades representan hoy la suma de la demanda de metales tradicionales, que mantiene una tendencia de crecimiento, con la de nuevos metales, los llamados metales crĆticos, como litio, galio, tantalio, tierras raras y otros, estimulada por la transiciĆ³n energĆ©tica y la revoluciĆ³n tecnolĆ³gica y digitalā, explica el director de la FundaciĆ³n, Henry Oporto. Sin embargo, advierte Milenio, las oportunidades se pierden, si no se desarrollan las capacidades de la minerĆa en Bolivia, por ahora condicionadas por una producciĆ³n estancada, escaso valor aƱadido y exportaciones concentradas en pocos minerales muy dependientes de las cambiantes cotizaciones internacionales. La Estrategia de Desarrollo Minero (EDM) que pone a consideraciĆ³n la FundaciĆ³n Milenio apunta a superar la contradicciĆ³n entre oportunidades y potencialidades, para transitar de una minerĆa subdesarrollada a un estadio diferente de transformaciĆ³n productiva y modernizaciĆ³n institucional conducente a una minerĆa sostenible, competitiva e inclusiva. Esta transformaciĆ³n harĆ” de una renovada industria minera un motor de estabilidad y crecimiento de la economĆa nacional. La EDM gira en torno a dos ejes: el primero, la promociĆ³n de la inversiĆ³n minera, con apertura a la inversiĆ³n extranjera, en un marco jurĆdico que proporcione al sector privado libertad econĆ³mica, ventajas competitivas, seguridad y estabilidad en sus proyectos y operaciones; y el segundo eje, la urgencia de frenar la informalizaciĆ³n creciente de la actividad minera, mediante la formalizaciĆ³n plena de las cooperativas mineras y su conversiĆ³n en unidades productivas eficientes, con capacidad de gestiĆ³n tĆ©cnica, administrativa, y ambiental, con igualdad de derechos y obligaciones ante la ley, y la posibilidad de capitalizarse y constituirse en un emergente empresariado minero popular. Se busca tambiĆ©n superar el conflicto y la tensiĆ³n entre una minerĆa tecnolĆ³gicamente avanzada, pero de pocas empresas con capital extranjero, y una minerĆa de baja productividad en su mayorĆa informal, que sin embargo absorbe mĆ”s del 90% del empleo, para lo cual se proponen medidas para aumentar la productividad del sector cooperativista, con menos impacto ambiental y la integraciĆ³n de las cooperativas con el sector empresarial moderno, de modo de elevar la calidad de los trabajos en la minerĆa y los beneficios tanto para las regiones mineras como para el paĆs en su conjunto. La EDM propone cinco polĆticas prioritarias: fomento y protecciĆ³n de la inversiĆ³n minera; modernizaciĆ³n de las cooperativas; sustentabilidad socioambiental; recursos humanos calificados; institucionalidad y buena gobernanza. AdemĆ”s, un Anteproyecto de Nueva Ley de MinerĆa, y un Anteproyecto de ModificaciĆ³n a Ley General de Cooperativas, como instrumentos necesarios para proveer de garantĆas, incentivos y oportunidades a la inversiĆ³n y a la actividad minera. Una de las metas de esta estrategia es que, en 5 aƱos, la participaciĆ³n de la minerĆa en el PIB total suba de 5.26% al 10%, de 2.751 millones de dĆ³lares a 5.322 millones, con la movilizaciĆ³n de poco mĆ”s de 5 mil millones de dĆ³lares en inversiones hasta el aƱo 2030. Con certeza, no se trata de un objetivo inalcanzable. Otros paĆses vecinos ya lo lograron y Bolivia tambiĆ©n puede hacerlo si se hacen las tareas en consenso, dejando atrĆ”s las cosas que lastran la actividad minera, y si se tiene la convicciĆ³n y determinaciĆ³n de impulsar el progreso de la minerĆa para generar mĆ”s exportaciones, ingresos para el paĆs y mejores condiciones de vida y bienestar para los bolivianos en el este siglo. RTP