Los mercados mundiales entran en pánico ante la guerra comercial desatada por Trump
Sesión histórica en los mercados internacionales. Con las Bolsas intentando asimilar el violento viraje proteccionista de EE UU, las represalias anunciadas por China alimentan la tesis de una guerra comercial a escala global que derive en una recesión. Así, aunque los nuevos aranceles no han entrado en vigor y se esperan duras negociaciones, los inversores han apretado el botón del pánico a modo de prevención. Después de que Wall Street encajara el jueves su peor sesión en cinco años, las pérdidas tienen su continuidad el viernes con caídas de 5% que amplían el desplome al 10% en apenas dos sesiones. Una tensión a la que tampoco han ayudado las palabras de presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien ha reconocido que los efectos económicos de los aranceles serán “significativamente mayores” de lo esperado y que se traducirán en menor crecimiento y mayor inflación. La volatilidad es máxima y ningún mercado está a salvo, tampoco el Ibex 35 que el jueves logró esquivar las abultadas pérdidas de otros. Ha cerrado la sesión del viernes con un desplome del 5,83%, un recorte cuya intensidad solamente es comparable a momentos históricos como el estallido de la pandemia (-14%), el triunfo del Brexit (-12%), la caída de Lehman Brothers o los peores días de la crisis del euro. Son las únicas ocasiones del siglo en las que el Ibex ha caído con tanta contundencia. La Bolsa europea, que en marzo vivió su particular momento de gloria por las expectativas de mayor crecimiento económico, se contagia del pesimismo. El Dax alemán cede un 4,65%; el Euro Stoxx 50, un 4,6%; el Cac francés, un 4,3%; el FTSE británico, un 5%. Estos recortes son mayores en índices muy bancarizados como el Mib italiano (-6,53%) y el Ibex 35. El sector financiero europeo, que el jueves jugó a favor del mercado español, se ha desfondado un 8,4% el viernes. La sacudida se ha dejado sentir en todos los mercados: materias primas, divisas y deuda. A medida que los inversores iban vendiendo acciones, aceleraban la compra de activos más seguros como los bonos o el oro. Los temores de frenazo económico hacen mella en el Brent, que cae a los 65 dólares, mínimos de abril de 2021, mientras el euro consolida posiciones en los 1,09 billetes verdes. Los descensos de la Bolsa el viernes fueron generalizados y, aunque ningún valor del Ibex escapó a las caídas, la peor parte se la llevó la banca. Las entidades, que en el inicio de año habían superado las previsiones más optimistas con la ayuda de resultados récord y la mejora del dividendo, se ven lastradas ahora por las expectativas de menor crecimiento y más rebajas de tipos, que penalizan los márgenes (diferencia entre lo que cobran por los créditos y lo que pagan por los depósitos). El Sabadell pierde un 10,97%, el BBVA se deja 9,37%, el Santander retrocede un 8,77%; Unicaja, un 10,56%, CaixaBank, un 10,3% y Bankinter, un 9,31%. Los analistas de Bank of America llaman a la calma y aconsejan infraponderar valores cíclicos como el sector financiero. Ahora bien, los inversores han vendido antes de preguntar, y las estrategias que replican los índices han extendido las caídas: ni siquiera las firmas de ingresos predecibles y atractivas rentabilidades por dividendo como Redeia (-2,39%), Enagás (-2,56%) o Iberdrola (-3,57%) escaparon a la quema. Reacción exagerada Los analistas de UBS reconocen que los aranceles son mucho peor de lo esperado, pero creen que la reacción de las últimas jornadas es exagerada. “La clave es decidir si los gravámenes son ideológicos o una moneda de cambio”, remarcan. Desde la entidad suiza creen que hay margen para que las tarifas se atenúen porque los socios comerciales tienen sus propias bazas de negociación. Entre ellas destacan las tenencias de deuda pública (los extranjeros atesoran el 24% de la deuda pública de EE UU), el control chino de las tierras raras y otros materiales estratégicos y la posibilidad de que se formen bloques comerciales alternativos: “EE UU representa solo el 15% del comercio mundial”, añaden. Pero también avisan: “Si los aranceles son ideológicos, entonces podríamos encontrarnos en el peor de los escenarios, lo que no puede excluirse”. A la espera de ver cómo evolucionan las conversaciones, las firmas de análisis empiezan a ajustar sus previsiones y reducen de manera significativa sus estimaciones de crecimiento. Con los aranceles que hay sobre la mesa, los economistas de Generali Investment rebajan al 1,5% las previsiones de PIB en EE UU, inferior a la expansión del 1,7% que preveía la Fed en sus últimas proyecciones. La temida palabra estanflación (bajo crecimiento e inflación persistente) vuelve a sonar con fuerza. Estas expectativas de recesión han eclipsado la solidez mostrada por el mercado laboral en marzo. Antes de conocer la envergadura de los aranceles, la economía estadounidense creó 228.000 empleos, por encima de los 150.000 que esperaban los analistas. “Dada la incertidumbre sobre hacia dónde se dirige la economía y con tantas empresas teniendo que descubrir qué significa este nuevo entorno para ellas, vemos poco riesgo de que se materialicen cambios positivos en el mercado laboral”, señalan desde ING. Mark Haefele, director de inversiones para UBS Global WM, considera que la desaceleración económica no será exclusiva de EE UU. “Creemos que el crecimiento europeo también se ralentizará”, afirma. Las perspectivas de menor crecimiento reavivan las expectativas de rebaja de tipos. A diferencia de EE UU, donde la inflación continúa siendo persistente incluso antes de aprobarse la batería arancelaria, en la zona euro los precios siguen dando señales de moderación: en marzo la tasa en la zona euro bajó al 2,2%. Es decir, el BCE no tiene el freno para rebajar el precio del dinero. Los analistas de Citi creen que el BCE debería revisar a la baja las perspectivas de crecimiento. “Incluso con la perspectiva de un mayor gasto fiscal y de Alemania y Europa en los próximos años, un banco central dependiente de los datos debería encontrar aquí motivos de sobra para seguir recortando los tipos de interés”, añaden. Los expertos consideran que el
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