Hace días lo encontramos empapado, con frío, sed y mucha hambre. Gracias a la ayuda de personas de buen corazón, comenzando por la Alcaldía de El Alto, la situación de don Miguel E., el ingeniero ambiental que dormía en la Plaza Humboldt, empieza a mejorar.
Una pareja de esposos consternada por la historia le proporcionaron alojamiento temporal hasta que saber si será trasladado a una casa de acogida o unidad de salud mental.
La hermana del adulto mayor mencionó que no tiene capacidad para darle alojamiento. En esta historia destaca la situación de Miguel Ángel Escobari Núñez, el único hijo de don Miguel, quien hasta ahora no da luces para cuidar a su padre, quien por años lo atendió y ahora es turno que de que haga lo propio por él.
Pese a haber insistido en solicitar atención médica para el adulto mayor en la unidad de salud mental del Hospital de Clínicas, nos vimos obligados a retirarnos con las manos vacías en dos ocasiones.
(RTP)