
La expansión de la frontera agrícola en Bolivia, al margen de los impactos negativos a los ecosistemas, promueve el uso de agrotóxicos, que generan serios efectos a la biodiversidad. Una de las especies más amenazadas son los polinizadores.
Ante la amenaza promovida por la agroindustria surge una alternativa sostenible, basada en el uso de los bioinsumos que permitirían mejorar la producción en equilibrio con la naturaleza.
Al margen de todos esos beneficios, la implementación de los bioinsumos en la agricultura permitiría reducir gastos en la importación de agrotóxicos por más de 500 millones de dólares al año.
ÁNGEL LOZANO
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP