
El presidente de la Cámara de Importadores de Autos, Roberto Ríos, advirtió que el sector atraviesa una de sus peores crisis, con una caída de hasta el 80% en las ventas. Según explicó, muchos de sus antiguos clientes ahora optan por adquirir vehículos indocumentados, alentados por los anuncios de posibles procesos de nacionalización.
Ríos recordó que antes del problema del dólar existían alrededor de mil importadores legales, pero hoy apenas quedan unos 200. La falta de divisas, el incremento en los costos de importación y las normas aduaneras han dejado sin rentabilidad al negocio formal.
Asimismo, denunció la proliferación de ferias de autos indocumentados en varias regiones del país, como Patacamaya, Eucaliptos, Challapata y poblaciones de los Yungas, donde —afirmó— los vehículos se exhiben abiertamente sin control, mientras los importadores legales son los más perseguidos.
WILMA CATARI
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP