Bolivia no avanza a paso firme en la explotación del litio por diferentes motivos relacionados a la tecnología, la experiencia y las diferencias políticas. En lo que se refiere a la tecnología se decidió sustituir el método de evaporación por la técnica EDL o extracción directa de litio porque al margen de acelerar e incrementar la producción de litio reduce en 50% el consumo de agua.
Expertos en temas de minería aclaran que, si bien esta técnica reduce el uso de agua, el proceso de industrialización del litio demandara una considerable cantidad del recurso hídrico y estas cifras son difíciles de establecer porque no tenemos experiencia en este rubro.
El viceministro de exploración y explotación de recursos energéticos, Raúl Mayta, aclaro que el agua que se vaya a utilizar en este proceso será reciclada y reinsertada nuevamente a la región.
Respecto al riesgo de generar un impacto ambiental la autoridad de gobierno aseguro que se están tomando todas las previsiones para disminuir al mínimo los efectos al medio ambiente. Esta posición no es compartida por los expertos.
Está claro que nadie se opone a la industrialización del litio, porque generara recursos económicos para el país, pero también es necesario diseñar políticas que permitan regular y controlar el uso del agua y para ello se plantea poner en debate la creación de una ley de uso del agua.
POR ÁNGEL LOZANO