En La Paz, más de 80 familias afectadas por el deslizamiento de 2011 encontraron una oportunidad en la adversidad. Luego de asentarse en otro lugar para vivir, aprendieron a cultivar sus propios alimentos en huertos urbanos.
Después de sortear desafíos desde el incidente que los llevó al borde de la precariedad, nunca abandonaron la esperanza de un futuro prometedor para sus seres queridos. Gracias a una capacitación respaldada por la Embajada de Estados Unidos, ahora vislumbran horizontes más amplios, anhelando introducir sus productos en los principales mercados de la ciudad de La Paz.
Todos ellos cuentan con techo propio en Taipijahuira, zona Sur de urbe.
Además de velar por sus propios sueños, también desean proteger el hábitat natural de los animales silvestres que habitan en el área, evitando cualquier interferencia o daño a su entorno.
(RTP)