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El ministro israelí del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, pidió por primera vez desde el ataque de Hamás del 7 de octubre la celebración de comicios anticipados en septiembre, alegando la falta de confianza internacional y apoyo popular hacia el actual Gobierno de Benjamín Netanyahu.
«Debemos acordar una fecha para las elecciones en septiembre, aproximadamente un año después de la guerra», dijo hoy Gantz en una rueda de prensa televisada. «Esa fecha nos permitirá continuar el esfuerzo militar y, al mismo tiempo, mostrar a los ciudadanos de Israel que pronto renovaremos su confianza en nosotros».
Su petición se produce tras días de protestas multitudinarias antigubernamentales tanto el Tel Aviv como en Jerusalén, donde activistas, israelíes de a pie y familiares de los 134 rehenes en Gaza se han juntado por primera vez para exigir responsabilidades.
Gantz aseguró también que ha discutido el asunto con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pero su llamado a comicios no ha sentado bien en el partido Likud del dirigente hebreo, que ha reiterado que no habrá voto en las urnas hasta que concluya la guerra en Gaza.
«Elecciones ahora conducirían inevitablemente a la parálisis, la división, daños a los combates en Rafah y daños fatales a la posibilidad de un acuerdo de rehenes», detalló un portavoz del Likud en un comunicado, en el que acusó a Gantz de «política mezquina».
En las calles, sin embargo, crece quienes critican a Netanyahu por no haber logrado un segundo acuerdo para la liberación de rehenes, desde la primera y única tregua de finales de noviembre, y le culpan de estar más preocupado en su propia supervivencia política.
Por su parte, el líder opositor Yair Lapid ha sido todavía más tajante, y en una declaración en el pleno de la Knéset en Jerusalén aseguró que «en ningún otro país del mundo el gobierno habría permanecido en el poder (pasado) el día 8 de octubre».
Y en referencia al llamado de Gantz, el líder de la oposición respondió en la red social X y dijo que Israel no puede esperar otros seis meses hasta que «el peor, más peligroso y fallido gobierno de la historia del país regrese a casa».
Solo con la salida de Netanyahu, según Lapid, los cautivos y evacuados de las áreas fronterizas, tanto en el sur próximos a la valla divisoria con Gaza como en la zona norte -debido a los enfrentamientos con Hezbolá en Líbano- podrán regresar a casa.
(AURORA)