
El elevado precio del oro está modificando las costumbres en Bolivia. Cada vez más personas eligen joyas de plata, ya que el mineral dorado se ha convertido en un lujo al alcance de pocos.
Actualmente, el gramo de oro se cotiza en 1.800 bolivianos, lo que encarece de manera significativa cualquier pieza. Un anillo de apenas dos gramos cuesta alrededor de 3.500 bolivianos, mientras que uno de tres gramos supera los 5.000.
“Antes un anillo de oro era tradición para regalar en las graduaciones o compromisos. Ahora se ha vuelto inaccesible”, comenta un orfebre.
Frente a esta situación, la plata se ha convertido en la alternativa más demandada. Un anillo en este material puede costar desde 300 bolivianos y, con baño de oro, entre 350 y 400, manteniendo el brillo dorado a un precio mucho más accesible.
“La gente ahora prefiere la plata porque es más barata. Incluso compran cadenas o collares que pueden llegar a costar hasta 1.500 bolivianos”, explica una vendedora de joyería.
Aunque las ventas no son alentadoras, la tendencia muestra que la plata está ganando terreno frente al oro. Para muchas familias, regalar una joya sigue siendo parte de la tradición, pero ajustándose a la realidad económica del país.
WILMA CATARI
PERIODISTA DEL SISTEMA RTP