
Este lunes, un grupo de microempresarias realizó un mitin en puertas del Palacio de Telecomunicaciones para denunciar la crítica situación del sector y exigir medidas urgentes al gobierno.
Guillermo Chávez, presidente de la Federación de la Micro y Pequeña Empresa (Fedemype) de El Alto, informó que más del 50% de las unidades productivas han cerrado o emigrado a países como Paraguay, Chile, Brasil y Argentina, en busca de mejores condiciones para pagar sus deudas y mantener sus emprendimientos.
Chávez criticó con dureza al Viceministerio de la Micro y Pequeña Empresa, al que acusó de total inacción. Incluso pidió su cierre inmediato, denunciando que, pese a múltiples solicitudes, no han sido convocados por las autoridades, ni siquiera por el nuevo ministro del área.
El dirigente explicó que instalar un taller básico cuesta entre 30.000 y 50.000 bolivianos, sin incluir alquileres ni capital de arranque. Aseguró que, lejos de fomentar el emprendimiento, el Estado impone elevadas cargas impositivas y trabas burocráticas, lo que termina incentivando el contrabando.
Finalmente, pidió al gobierno “ponerse las pilas” y advirtió: “Si desaparece el sector productivo, también desaparecerán las fuentes de empleo para miles de familias bolivianas”.