Los modelos económicos cruceño, impulsado por empresarios, y comunitario, llevado adelante por el Gobierno, no logran imponerse uno al otro, pues no logran tener un apoyo mayoritario en el país, según una encuesta de Diagnosis.
“A diferencia de lo que ocurría en el Gobierno de Evo, ahora ya no hay un modelo de desarrollo hegemónico que concentre el apoyo de la mayoría de la población. Hay al menos dos modelos en disputa sin posibilidad de imponerse el uno sobre el otro, lo que hace recuerdo al caótico período del ‘empate catastrófico’ de inicios de los 2000”, señala el estudio de Diagnosis.
Según los datos del estudio, el trabajo de campo fue realizado entre el 9 y 10 de septiembre. El universo fue de hombres y mujeres de 18 a 65 años. La muestra llegó a 1.800 encuestas en las áreas urbano y rural en los 9 departamentos. El margen de error muestral es de +/- 2,31%. El método empleado es de encuestas presenciales en hogares, en soporte digital.
Según los datos obtenidos por el estudio, el “modelo cruceño” de desarrollo es respaldado por el 45% de los bolivianos; en tanto que el modelo comunitario implementado por los gobiernos del MAS logra el apoyo del 38%. El 17% señala que no sabe o no responde.
“Se observa una especie de reedición del caótico ‘empate catastrófico’ de inicios de los 2000, en el cual ninguno de ambos modelos logra imponerse sobre el otro. La diferencia es que, ahora, el Gobierno y la agroindustria cruceña están logrando acuerdos para introducir cultivos transgénicos, lo que igualmente genera polarización en la sociedad”, según la encuesta de Diagnosis.
La encuesta señala que en un nuevo aniversario cruceño cabe preguntarse si el liderazgo económico de este departamento está en camino de transformarse en liderazgo ideológico y político. En ese sentido, sostiene que la polarización política y social en Bolivia se expresa también en el apoyo a los dos modelos de desarrollo más relevantes: el cruceño, basado en la iniciativa privada, el libre mercado y la exportación, y el comunitario centrado en el control estatal de sectores estratégicos de la economía, y la transferencia del excedente a los diversos actores económicos.
Otro hallazgo de la encuesta indica que “las cosas no son tan simples. Por ejemplo, sólo el 50% de los que aprueban la gestión del Presidente apoyan el modelo comunitario, frente a un tercio que apoya el modelo cruceño. Inversamente, sólo el 50% de los que desaprueban al Gobierno apoyan el modelo cruceño, y un tercio apoya el modelo comunitario”.
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