
El expresidente Evo Morales anunció que, en su calidad de expresidente del Estado, fue invitado a la transmisión de mando de este sábado en La Paz, donde se posionará a Rodrigo Paz como el nuevo mandatario de Bolivia. Pero puso una condición para su presencia: que se levanten todos los procesos penales en su contra.
“Como expresidente de Bolivia he sido invitado a la asunción de los nuevos mandatarios a realizarse en La Paz este sábado. Les deseo éxito para el bien de los bolivianos. Sin embargo, pido garantías para poder concurrir a dicho evento, levantando el proceso judicial en mi contra y anulando las medidas ilegales que buscan mi detención por un caso inventado”, demandó la exautoridad nacional.
Asimismo, pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que intercerda por él y que ordene “de inmediato” el cierre de los procesos que debería enfrentar.
“Por principios de justicia y legalidad, el TSJ, tal como benefició a los autores del golpe de 2019, debe ordenar de inmediato el cierre de los procesos que abrieron en mi contra por razones de persecución y proscripción”, detalló en sus redes sociales.
El exmandatario se refiere a la libertad concedida recientemente a la expresidenta Jeanine Añez, anunciada este miércoles, y a las ya otorgadas a Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, protagonistas de los incidentes de 2019 que concluyeron con la renuncia de Morales y la posesión de Añez como primera autoridad del Estado.
Evo tiene al menos una orden de aprehensión en su contra por el caso de presunta trata y tráfico, debido a la denuncia de que habría tenido un hijo con una menor de edad.