Hamás acusa a Israel de la muerte de su líder Ismail Haniyah en un ataque en Teherán y promete una dura respuesta. El gabinete israelí mantiene silencio oficial sobre el llamado “asesinato selectivo” en pleno corazón de su gran enemigo (Irán) en contraste con el anuncio público del portavoz militar Daniel Hagari escasas horas antes sobre la muerte de uno de los principales cabecillas de Hizbulá, Fuad Shukr, en un ataque aéreo en Beirut en respuesta a la muerte de 12 menores por un proyectil lanzado desde el sur del Líbano contra una aldea drusa en los Altos del Golán. El máximo dirigente iraní, el Ayatolá Ali Jamenei, que se reunió ayer con Haniyah, avisa que su país tiene el deber de vengarse dado que “fue eliminado y murió como mártir” en su territorio y señala que con su ataque Israel se ha ganado “el castigo más duro”. Ante las amenazas procedentes de Teherán, Beirut, Saná y Gaza, Ios sistemas aéreos defensivos israelíes se encuentran en máxima alerta aunque de momento no hay cambio en las directrices para la retaguardia. La seguridad se ha reforzado en embajadas israelíes en todo el mundo así como en torno a la delegación enviada a los Juegos Olímpicos en París. El resultado (muerte del principal líder de Hamas en el exterior con un simbolismo solo superado por el jefe del grupo en Gaza, Yehie Sinwar) y lugar (Teherán) del sorprendente ataque (un misil contra su dormitorio) pueden constituir un punto de inflexión en la ofensiva en la Franja de Gaza lanzada por Israel tras la infiltración yihadista del pasado 7 de octubre en el sur del país. Aunque mucho menos que Sinwar, Haniyah tenía también un papel importante en la negociación, bajo la mediación egipcia, catarí y estadounidense, para un acuerdo de tregua que incluya la liberación de los 115 rehenes (111 secuestrados en la infiltración armada del 7-O) aún en cautiverio de Hamas en el enclave palestino y ponga fin a casi 10 meses de guerra. Tras el primer y dramático anuncio de la televisión estatal iraní, llegó la confirmación de Hamas. “El hermano líder, mártir combatiente Ismail Haniyah, líder del movimiento, falleció como resultado de un ataque traicionero sionista en su residencia en Teherán, después de participar en la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní”, señaló en un comunicado. “No consideréis muertos a los que han sido asesinados en el camino de Alá, sino que están vivos junto a su Señor, recibiendo sustento”, añade la milicia que promete venganza reiterando uno de sus eslóganes: “Es una Yihad de victoria o martirio”. “El asesinato del líder Ismail Haniyah fue un acto cobarde y no será en vano”, ha afirmado uno de los líderes del grupo, Musa Abu Marzuk, mientras su compañero Sami Abu Zuhri denunció que Israel no desea un alto el fuego y proclamó: “Estamos inmersos en una guerra abierta para liberar a Jerusalén y estamos dispuestos a pagar varios precios”. La Guardia Revolucionaria iraní confirmó la muerte del conocido dirigente islamista que este martes había asistido a la investidura de Masud Pezeshkian en el norte de Teherán. Según fuentes iraníes citadas por el medio afín a Hizbulá, Al Mayadeen, Haniyah murió por el impacto de un misil disparado desde fuera del territorio iranñi que penetró por la ventana de su dormitorio a las 2 de la mañana. “Irán defenderá su integridad territorial, su dignidad y su honor y hará que los terroristas invasores se arrepientan de su cobarde acción”, advierte Pezeshkian. “La residencia de Ismail Haniyah en Teherán fue atacada, lo que provocó su martirio y el de uno de sus guardaespaldas.”, ha comunicado la Guardia Revolucionaria que apoya con armas y dinero a Hamas, Hizbulá, los hutíes y otras milicias en la región. Desde el ataque más letal en la historia de Israel que desató una ofensiva sin precedentes en la Franja de Gaza, las autoridades israelíes prometieron que buscarían y matarían “a todos los líderes y cabecillas del grupo terrorista Hamas tarde o temprano y estén donde estén. Son muertos vivientes”. Junto a Sinwar, Haniyah estaba en lo más alto de la lista y radar de los servicios de la Inteligencia israelí. Haniyah nació en 1962 en el campo de refugiados de Shati situado en el norte de la Franja de Gaza y tras tres décadas en las filas del grupo integrista y ganar las últimas elecciones palestinas en 2006 se convirtió en 2017 en el responsable de su buró político en sustitución de Jaled Meshal. En los últimos años, vivía en Doha donde Hamas trasladó su principal sede en el exterior. Tras la muerte confirmada de Haniyah, de su número 2 Saleh Al Harouri en un ataque en Beirut en enero y del líder del brazo armado Mohamed Deif y su número dos Marwan Issa en dos bombardeos israelíes en los últimos meses en la Franja de Gaza, todas las miradas, especialmente de los servicios de Inteligencia israelíes, están puestas en Sinwar. Se cree que el máximo dirigente de Hamas en el enclave palestino y artífice del 7-O bajo el nombre de “Operación Inundación Al Aqsa”, se encuentra en algún túnel (quizá rodeado de secuestrados como escudo humano) en el sur de una Gaza devastada tras 299 días de ofensiva. Aún es pronto para saber los efectos de la muerte en ataques realizados en Teherán y Beirut en un intervalo de siete horas de dos de los principales líderes y cabecillas de Hamas y Hizbulá que forman parte de lo que llaman “eje de resistencia” liderado por Irán y activado desde varios frentes contra Israel tras el ataque en octubre. El principal rival interno palestino de Hamas, el líder de Al Fatah y presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen, ha condenado el ataque que ha conmocionado al grupo islamista, sorprendido a Irán y condenado por Yihad Islámica, los hutíes, Rusia, Catar, China, Líbano y Turquía. En Israel, mientras, el silencio oficial (excepto un par de ministros que no son miembros del gabinete de